En el mismo inventario de fines del siglo XV en el que aparece el castillo de Quel, también se indica que el señor tenía su propia cámara privada, con su cama, sus armas, algunos muebles y cinco cubas de vino "en una bodeguilla baxa, la una de sesenta cántaras e las otras de cada quarenta e la otra de fasta veinte e otra de veinte e cinco".
Esta bodega que aprovecha el desnivel natural de la roca tiene un pequeño respiradero en su parte superior, y justo encina una bóveda ahora desaparecida.
La habitación superior, al estar reservada solo para el señor, seguramente sería la más lujosa de todo el castillo.