El paso de los años había deteriorado la escultura, que estaba cubierta de líquenes y la superficie muy erosionada, por lo que Mapi limpio todas las eflorescencias y suciedad acumulada, se repararon las pequeñas fisuras, se aplicó un consolidante de alta penetración especial para hormigón, se dio una capa de resina epoxídica en el pelo, se pulió toda la superficie de la escultura, haciendo hincapié en el vestido, apareciendo el verdadero color del material que es un verde muy intenso y bonito.
Finalmente se repararon los dedos pulgares de la escultura, que estaban ambos rotos, y en la cara, que también estaba muy deteriorada, se aplicaron capas de marmolit que se fueron puliendo, hasta que adquirió el bello aspecto original que en su día tuvo la escultura y que gracias a esta intervención hoy podemos apreciar.